martes, 23 de diciembre de 2008

ORQUÍDEA SALVAJE II


Desde hace unos años he descubierto que me llega bastante esa línea difusa que separa a veces lo abstracto de lo figurativo. Lo cierto es que la abstracción está mucho más cerca de lo que parece de la realidad. ¿Acaso no es, de hecho, parte de la misma?

En este ejercicio la orquídea sale de la roca. Me imagino una roca dura, pero también todo lo contrario: algo que fluye como el agua, resbaladizo y cambiante.

Las flores y las hojas están suspendidas en el vacío a muchos metros de altura. Me imagino que nadie las mira, su belleza es gratuita. ¿Cómo lo es toda bellleza?

1 comentario:

daelynemacek dijo...
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