viernes, 25 de diciembre de 2009

FRÍO, PIÑA Y HAIKUS

Estos días de frío nos traen muchas cosas hermosas, he aquí una imagen y dos haikus que me gustan especialmente.



La tormenta de invierno
se vierte en el ruido
del mar

Ikenishi Gonsui (1650-1722)

No sky
no land... just
snow falling

Kajiwara Hashin (1864 -?)

sábado, 5 de diciembre de 2009

LA TINTA COBRA VIDA

¿Qué pasaría si los dibujos y pinturas de sumi-e cobraran vida?

jueves, 26 de noviembre de 2009

AGUA

Estoy leyendo un libro fantástico de cuentos chinos de las dinastías Tang y Song seleccionados y traducidos del chino por Gabriel García-Noblejas.

El libro es un regalo continuo de historias delicadas y hermosas imágenes.

En uno de los cuentos se narra la historia de un hombre que se encuentra con una mujer cerca de un río, el río Xiang. La mujer está llorando. Después de intercambiar un breve diálogo, los dos se marchan juntos y viven una historia de amor que dura unos dos años, hasta que ella le dice que no puede continuar, que es una de las concubinas del río Xiang y que tiene que volver con él.
Siempre había intuido que los ríos tenían amantes...

Pasado un tiempo, el hombre la recuerda y escribe:

Aumenta la tristeza
como las olas concéntricas en un lago quieto,
carece de bordes, no tiene límite.
El pasado se me hace presente en los recuerdos.
Siempre, siempre, siempre el río Xiang.


Pag. 267.
El letrado sin cargo y el baúl de bambú.
Antología de relatos chinos de las dinastías Tang y Song (618-1279)
Edit. Alianza literaria
Madrid, 2003
Traducción y selección: Gabriel García-Noblejas


El agua y la tristeza. Una imagen muy evocadora. La tristeza no se deja encasillar, no tiene bordes, igual que las ondas en el agua o que las gotas de lluvia.

Siempre he querido plasmar la manera en la que el agua cae sobre un charco o sobre un cristal. Es difícil conseguirlo con la tinta china sobre papel de arroz, éste se empapa demasiado y se rompe. Es tan frágil. Si uso un papel de acuarela, como el de la imagen que acompaña este texto, puedo llenarlo de agua, se comba, pero no es fácil que se rompa.

Hace unos años, cada vez que llovía, salía al balcón de mi casa y hacía pruebas para apresar la lluvia. Volcaba tinta sobre el cartón y lo dejaba escurrir. Las gotas de agua resbalaban, se formaban riachuelos, pero no había manera de fijarlos. Desaparecían en cuanto se secaban.

La poesía me ha traído a la memoria mis intentos por plasmar la caída de las gotas de lluvia sobre el agua o contra el cristal de las ventanas. Intentos vanos por encerrar el instante.

Ni la lluvia ni la tristeza son fáciles de atrapar, salvo con la memoria.



En la prueba que os enseño, quería reflejar gotas de agua resbalando sobre un cristal, lo hice manchando el cartón de acuarela con tinta china y salpicando con lejía antes de que se secase. Fue uno de mis últimos intentos.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

ZAZEN Y SUMI-E


El pasado sábado 7 de noviembre estuve en una jornada de introducción a la meditación zazen. Se realizaba en el Centro Zen de Barcelona, un piso bastante agradable con el suelo de madera, las paredes blancas y mucha luz. Aunque están construyendo un espacio más grande, lo que a juzgar por la cantidad de gente que asistimos ese día, es necesario.

El sumi-e tiene mucho que ver con la práctica del Zen. Participa de la misma idea de prestar atención al momento presente desde una actitud tranquila y con una respiración fluida.

El Zazen se practica en la postura de flor de loto en la que se ven muchos Budas, con la espalda recta y las manos concentradas debajo del ombligo. Es importante apoyar las rodillas en el suelo, o al menos que no queden en el aire, y se suele utilizar un cojín redondo llamado zafu que ayuda a mantener la espalda erguida.

La práctica de la meditación consiste en entrecerrar los ojos y permanecer en la postura de cara a la pared. La respiración se va acompasando por sí sola. Los pensamientos y las emociones internas afloran, pero no importa, es lógico que sea así, lo importante es ser consciente de que llegan y dejarlas pasar. No retener. Ser consciente de que alrededor todo gira, pero hay un centro que permanece quieto, inmutable, como el ojo del huracán.

La cantidad de ideas que te pueden llegar a la cabeza es impresionante. Y no solo ideas, en mi caso me vinieron imágenes bastante intensas: el azul eléctrico de Yves Klein o el jardín artificial de Joana Vasconcelos que había visto unos días antes en una foto.

Afloran también emociones menos placenteras: inquietud por algo que me sucedió días atrás, molestia por el ruido involuntario del estómago del vecino o de la saliva al pasar por la garganta.

Pero tanto las imágenes intensas y hermosas, como lo desagradable del recuerdo o del ruido exacerbado de un instante pasa. Todo pasa.

Puedo imaginar que la práctica constante del zazen sea algo bastante liberador. Vivimos tan inmersos en hacer cosas, en planificar para el futuro y en recordar el pasado que dejamos muy poco tiempo para habitar el presente; que por otro lado es lo único que poseemos.

El sumi-e requiere el mismo estado de concentración que la meditación. Estar en el aquí y ahora. La respiración se acompasa. Se dejan los pensamientos de la rutina diaria para descansar en la tinta y en el dibujo, pero el estado de ánimo del que pinta o dibuja permanece reflejado en el papel. Es hermoso.

jueves, 2 de julio de 2009

EL PINCEL VUELA... LA TINTA BAILA...

Del 6 al 31 de julio de 2009 en el espacio Kannon Gyo (C/Agullers, 18) en el barrio del Born de Barcelona haremos una exposición de los trabajos que desarrollamos en el taller de nuestra profesora Francina Bousan. Allí colgaré yo mi "Árbol de gotas de tinta".
Habrá cosas preciosas, así que os invito a daros una vuelta y olvidaros del calor y de las prisas durante un rato.

lunes, 25 de mayo de 2009

DEGUSTANDO LA BELLEZA

Si alguna vez os habéis planteado si la belleza se puede beber, ya os digo que sí. Se mira, se huele, se toca y se bebe.

El pasado día 12 de mayo fui a la ceremonia del té que organizó la tienda Tetere de Barcelona.

El té elegido fue, tal y como consta en su página web, té oolong China, de la provincia de Fujian. Y se sirvió en la tetera Zisha (cerámica China), que podéis ver en la foto.


Fue mi primera vez viendo una ceremonia que había leído en los libros y que había imaginado muchas veces como algo delicado y preciso. Descubrí que no hay una única manera de servir el té, de hecho, hay muchas formas, depende del tipo de té y de la tradición de la zona donde se realice.

La belleza de los objetos es fundamental para el ritual, por eso, existen mesas para servir el té, la que yo vi era una bandeja de madera con una especie de doble fondo cerrado con una rejilla superior, como si fuera una caja, para recoger el agua que se derrama. La tetera no tiene por qué ser grande, en realidad, todo es bastante pequeño, los vasos, el recipiente para el agua, la cuchara con la que se vuelca el té en la tetera...
Los objetos son tan hermosos que se presentan al espectador con un gesto, uno a uno, se señalan o se presentan ante la mirada del convidado para que los admire antes de ser utilizados. Igual que el té, que se enseña para poder apreciar el color y la textura de las hojas.

Despacio, se vuelca el agua caliente en un recipiente y después se vierte en la tetera y por fuera de ella, para que adquiera la temperatura adecuada. Se enseñan los delicados vasitos blancos y azules que veis en la foto con un gesto suave y se derrama agua en ellos. Posteriormente, los vasitos se vuelcan sobre los cuencos pequeñitos cabeza abajo. ¿Por qué? Para calentar el recipiente donde se va a tomar el té.


El agua de la tetera se derrama sobre la mesa, que tiene, como os decía, capacidad para recoger ese agua que se vierte, y entonces, sí, se pone el té y se vuelve a llenar de agua.

Se sirve en los cuencos y se ofrece al invitado para que pueda tener ese objeto pequeño y delicado entre sus manos, oler el té, y beberlo en tres sorbos.

Todo ello muestra que los gestos suaves inducen a la paz y los objetos bellos armonizan todos los sentidos: la vista, el tacto, el olor y el gusto, incluso el oído, ¿acaso no es delicado el ruido del agua al volcarse sobre la madera o la cerámica?

Los gestos son simples, nada ampulosos, pero sí lentos, porque se necesita tiempo para disfrutar y ser consciente de que se disfruta.

La ceremonia del té es un ritual hermoso porque no tiene nada de extraordinario. Es la magia de las formas simples que acarician el alma y la calman. Precioso.

miércoles, 20 de mayo de 2009

TIERRA


Ahí está el ideograma Tierra. Tres sencillos trazos. ¿Por qué me ha costado tanto? Porque lo simple es difícil de alcanzar. Para conseguir que los trazos no parezcan palos que se cruzan, hay que deslizar el pincel con mayor o menor presión de tal manera que se curven con un cierta gracia y que no tengan siempre el mismo grosor. Como siempre, el grado de humedad del pincel es determinante. Si tiene demasiada agua se crea una mancha sobre el papel de arroz que no hay manera de arreglar, si tiene poca no llegas a finalizar el trazo.

Pero mi mayor dificultad es, sin duda, que no miro. Me parece que lo hago y que de un golpe de vista ya lo tengo todo almacenado en mi cabeza. Sin embargo, no es así. Cuando trabajaba en estos trazos, tenía al lado una cuadricula con el ideograma Tierra. Contaba y dejaba de mirar para ponerme a escribir: dejo un cuadrito por arriba y deslizo tres cuadritos hacia abajo, en la parte superior y a medida que descendiendo elevo el pincel, ya tengo el mástil. Pues no. Cuando acababa veía que le faltaba gracia. "Ah, no le hecho la pancita por el lado de la izquierda"; "uy, en la parte superior tiene que acabar más redondeada"... Y eso solo con el trazo vertical.

Mirar supone no quedarse en la primera impresión, ahondar la visión de conjunto para superarla y fijarse en los detalles. Son éstos los que logran la gracia: una curvita que parece casual, pero está estudiada, una vertical que tiende a elevarse...

Mirar es pararse y ser humilde y paciente. Necesitas tiempo y concentración para la observación. Hay que olvidarse de los problemas o de los "ruidos" que tenemos en la cabeza para poder Ver otras cosas.

Con el ejercicio he aprendido que la primera visión es solo de conjunto. No otorga más que un conocimiento general de la forma, es necesaria una mirada mucho más atenta para descubrir el encanto de los detalles. Cuestión de tomarse tiempo, sí, pero también de dejar de pensar en nosotros mismos para, humildemente, adentrarnos en el reino suave de las formas más sutiles.

lunes, 30 de marzo de 2009

ESCRITURA PINTADA

En realidad mi primera clase de sumi-e consistió en aprender que en China y Japón no hay grandes diferencias entre "escribir" y "pintar". Los movimientos de pincel son idénticos y también las herramientas: la barrita de tinta, el pincel, el tintero de piedra para moler la tinta y el papel de arroz.

Para aprender a mover el pincel, que tiene que estar en posición bastante vertical, sujeto con los dedos y sin apoyar el codo, se puede practicar con papel de periódico o con el clásico papel gris de envolver.

Rayas horizontales y verticales, subir y bajar el pincel para ejercer mayor o menor presión, inspirar para concentrarse e espirar para navegar a través de la hoja.



De todas formas, nada de esto es comparable a trabajar con el papel de arroz. La sensación de fluidez y de expansión es inimitable.

Para poder realizar con éxito un trazo es necesario aprender a controlar el grado de humedad del pincel y la presión que se ejerce sobre el papel.

El primer trazo que aprendí fue "el hueso". Aquí tenemos algunos ejemplos e intentos varios por los márgenes:


Me pasé más de un mes practicándolo. Y ahora llevaré como casi dos meses con mi primer ideograma, Tierra, que espero poder colgar en los próximos días. Claro, que no práctico diariamente, pero aún así se puede entender que el trabajo de la caligrafía china es un trabajo de paciencia. Requiere concentración y equilibrio. Estar centrado en lo que se está haciendo. Atención y disciplina.

Hacer caligrafía se me da bastante peor que pintar. Y sin embargo, me gusta. Me gusta mucho. No se trata de valorar el resultado final -aunque, evidentemente, después de tanto esfuerzo cuando consigues que te salga bien la satisfacción es enorme- sino de vivir el momento presente y de abandonarse al placer de extender la tinta sobre la superficie con unos movimientos tan elegantes como meditados. Por eso, a pesar de que tenga que tirar la mayoría de los ejercicios, el placer de hacerlos permanece.

Además, como metodo para aceptar el fracaso va muy bien. Llega un momento en que te das cuenta de que si buscas el resultado rápido, lo mejor es dejarlo porque te frustras, pero si llegas a pensar que "ya llegarás a rearlizarlo correctamente" te centras en la realización del ejercicio, disfrutas y, si sale mal, vuelves a empezar.

viernes, 23 de enero de 2009

FELIZ AÑO NUEVO CHINO

El 26 de enero de 2009 empieza el año nuevo chino, regido por el signo del Buey. La leyenda cuenta que Buda llamó a los animales y el buey acudió solícito a presentarse antes que ninguno, pero la rata se le montó encima y cuando ya llegaban a la meta saltó reclamando el primer puesto. El buey como era pacífico, cedió. Es por eso que la rata siempre va primero, pero también dicen que el buey termina lo que la rata empieza.

El calendario chino se basa en una combinación de los movimientos del sol y la luna. El año comienza el primer día del primer mes lunar. Como el ciclo lunar es de unos 29 días y medio, el Año Nuevo Chino cae en diferentes fechas cada año.



Yo nací en 1970 bajo el signo del gallo. Se supone que sé vivir con imaginación y que soy bastante directa, inteligente y pragmática. También se supone que soy cabezota y llena de prejuicios. En fin, me identifico más con los aspectos positivos.

Jose, mi pareja, me sorprendió con un precioso regalo de Navidad: mi sello en piedra con el signo del gallo. ¡Me encanta!


La caja en sí es preciosa, de seda verde, bordada y con cierre de hueso. Dentro está la cajita con la tinta para estampar y el sello de piedra.



Puedo decir que empiezo el año con fortuna, esperemos que el buey me ayude haciéndome mantener la fortaleza, la paciencia y el trabajo.

Sea como sea, ¡FELIZ AÑO NUEVO!