viernes, 22 de enero de 2010

MI GATO DE LA SUERTE



Os presento a mi gato de la suerte o, mejor dicho, a mis gatos de la suerte. Los trajo Cristina, la hermana de Jose, de San Francisco. Siempre me habían gustado porque son pequeñitos, caben en la palma de la mano todos juntos, y me resultan muy simpáticos.

Ayer me contaron la historia de por qué estos gatitos tienen la pata levantada. Al parecer, existía cerca de Tokio un templo bastante pobre con un monje que, aunque apenas tenía para comer, compartía siempre sus escasos alimentos con su gato.

Un día, durante una tormenta muy fuerte, un hombre rico acertó a pasar por allí, y como no encontró mejor cobijo se refugió debajo de un árbol. El gato del monje, desde el tejado del templo, le hizo señas con la pata levantada para que viniera a refugiarse con ellos. El hombre sorprendido por la actitud del gato se fue corriendo hacia donde le indicaba, ¡y menos mal! porque justo en ese momento cayó un rayo sobre el árbol y lo partió. El hombre agradecido arregló el templo y desde entonces ya no les faltó nunca de nada ni al monje ni a su gato.

Estos gatos se llaman en China "Zhaocai Mao" y en Japón "Maneki-neko". Se considera que traen suerte a su dueño y se les suele colocar en la entrada de las tiendas, restaurantes, etc. Según los colores adquieren un significado diferente, por ejemplo, los míos que son blancos en su mayoría representan las cosas buenas por venir. El gatito negro evita la mala suerte y aumenta la felicidad.

Dando un vistazo por Internet he visto que hay otras leyendas que cuentan por qué el gato tiene la pata levantada. Si tenéis curiosidad dad un vistazo a este artículo de la wikipedia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

yo también tengo uno, un gato solo, el color blanco, me gusta mucho.

JJ